AfroDescendientes… ¿Por qué no se dan su lugar y se hacen respetar?
¿Desde cuando, si no en la época de la esclavitud se dio comienzo a esa forma tan despreciativa de trato hacia la población AfroDescendiente en el ‘nuevo mundo’? ¿Y quien estipuló que era correcto el que se nos llamara ‘negros’? según ‘ellos’ (los del grupo étnico mayoritario)… por ‘cariño’.
En los Estados Unidos de América, llamar a un AfroDescendiente: ‘negro’, es considerado casi una ‘invitación’ segura a pelear; mientras que en éste momento del supuesto modernismo en el que vivimos en Latinoamérica, todavía parece normal escuchar que alguien ‘no negro’ se refiera a un AfroDescendiente simplemente como ‘negro’ o ‘negrito’ escudándose en la excusa de que es por cariño o aprecio, pero nadie pregunta o se pregunta si ese llamado ‘cariño’ es bien correspondido por nosotros.
La mayoría de AfroDescendientes hemos crecido repudiando esas formas de trato despectivo hacia nosotros, pero de la misma forma –la mayoría de Afros– optan (o alguna vez optamos) por callar y no corregir a los ofensores, de pronto por temor a confrontaciones, represalias, consecuencias negativas, o sencillamente por no ser tildados de ‘groseros’ frente a una supuesta muestra simple de ‘afecto inofensivo’.
¿Desde cuando, si no en la época de la esclavitud se dio comienzo a esa forma tan despreciativa de trato hacia la población AfroDescendiente en el ‘nuevo mundo’? ¿Y quien estipuló que era correcto el que se nos llamara ‘negros’? según ‘ellos’ (los del grupo étnico mayoritario)… por ‘cariño’.
En los Estados Unidos de América, llamar a un AfroDescendiente: ‘negro’, es considerado casi una ‘invitación’ segura a pelear; mientras que en éste momento del supuesto modernismo en el que vivimos en Latinoamérica, todavía parece normal escuchar que alguien ‘no negro’ se refiera a un AfroDescendiente simplemente como ‘negro’ o ‘negrito’ escudándose en la excusa de que es por cariño o aprecio, pero nadie pregunta o se pregunta si ese llamado ‘cariño’ es bien correspondido por nosotros.
La mayoría de AfroDescendientes hemos crecido repudiando esas formas de trato despectivo hacia nosotros, pero de la misma forma –la mayoría de Afros– optan (o alguna vez optamos) por callar y no corregir a los ofensores, de pronto por temor a confrontaciones, represalias, consecuencias negativas, o sencillamente por no ser tildados de ‘groseros’ frente a una supuesta muestra simple de ‘afecto inofensivo’.
¡Somos ‘negros’… por supuesto que si…
y muy orgullosos de serlo…!!!
y muy orgullosos de serlo…!!!
Lo anterior no quiere decir que porque seamos orgullosos de serlo esté bien que se nos llame de esa manera. Cabe resaltar que nosotros no nos referimos a ‘ellos’ de ninguna forma despectiva en lo absoluto. Por ejemplo, nosotros no los llamamos ‘pálidos’, ‘descoloridos’ o mucho menos ‘indios’ o ‘inditos’ a todos aquellos del grupo étnico mayoritario; quienes casi en su totalidad sufren de un complejo absurdo y triste de ‘blancura inexistente’, porque estaríamos siendo igualmente de ofensivos a ellos.
Vayamos más allá de simples palabras, para citar como ejemplo una situación común cualquiera… Supongamos que al hombre que vive en la esquina de la casa (cualquier esquina) se ganó la lotería y los vecinos se congregaron –como cosa rara– para chismosear en el asunto preguntando lo ocurrido. Como primer caso, el hombre del ejemplo es una persona ‘no negra’ y como segundo caso el hombre es AfroDescendiente.
Al preguntar los vecinos por lo ocurrido con el primer hombre la respuesta casi con certeza estaría presidida por… “el señor (o el ‘man’) de la esquina se ganó la lotería”. Desafortunadamente en el segundo caso la respuesta con seguridad estaría presidida por… “el ‘negro’ (o ‘negrito’) de la esquina se ganó la lotería”.
¿Desde cuando el AfroDescendiente dejó de ser un ‘hombre’ o un ‘señor’, para pasar a ser despectivamente… solo el negro? ¿Y porque muchos de los nuestros siguen aceptando que los agresores del segundo caso se amparen diciendo que es por afecto? Cuando obviamente es una forma denigrante para referirse a alguien.
No hay necesidad de citar más ejemplos, porque desgraciadamente la realidad es que todos –absolutamente todos– los casos van a presentar el mismo escenario de irrespeto como resultado.
Vayamos más allá de simples palabras, para citar como ejemplo una situación común cualquiera… Supongamos que al hombre que vive en la esquina de la casa (cualquier esquina) se ganó la lotería y los vecinos se congregaron –como cosa rara– para chismosear en el asunto preguntando lo ocurrido. Como primer caso, el hombre del ejemplo es una persona ‘no negra’ y como segundo caso el hombre es AfroDescendiente.
Al preguntar los vecinos por lo ocurrido con el primer hombre la respuesta casi con certeza estaría presidida por… “el señor (o el ‘man’) de la esquina se ganó la lotería”. Desafortunadamente en el segundo caso la respuesta con seguridad estaría presidida por… “el ‘negro’ (o ‘negrito’) de la esquina se ganó la lotería”.
¿Desde cuando el AfroDescendiente dejó de ser un ‘hombre’ o un ‘señor’, para pasar a ser despectivamente… solo el negro? ¿Y porque muchos de los nuestros siguen aceptando que los agresores del segundo caso se amparen diciendo que es por afecto? Cuando obviamente es una forma denigrante para referirse a alguien.
No hay necesidad de citar más ejemplos, porque desgraciadamente la realidad es que todos –absolutamente todos– los casos van a presentar el mismo escenario de irrespeto como resultado.
Exigimos el mismo respeto con el que tratamos a los demás…
Giunëur B. Môsi – Barûle Gazette
http://www.barulegazette.com/
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