Soy AfroColombiano

Soy AfroColombiano

“!Soy AfroColombiano…!” si bien es cierto no es una frase común, pero mas cierto aun que día a día somos mas los que la usamos. Relativamente el término ‘AfroColombiano’ al igual que la idea de la ‘AfroColombianidad’ son expresiones nuevas y que ven su comienzo a principios de los 90’s a partir de la reforma constitucional y los decretos que surgieron a favor de las minorías en Colombia.

Únicamente hasta hoy se empieza a abrigar entre los AfroDescendientes en Colombia, un sentido de orgullo hacia nuestros orígenes Africanos. Se pierde la pena y se escuchan más voces de lucha, y cada vez somos más los que tratamos de hacer general este ‘sentimiento de concientización y amor a nuestra raza’.

El ‘Dia de la AfroColombianidad’ no debe ser limitado a solo uno, sino a todos los días del año. Nuestros ancestros secuestrados de África, no fueron esclavos por una semana, ni mucho menos por un día. Día y noche las cadenas y grilletes fueron testigos del arduo trabajo ‘forzado’ de todos y cada uno de ellos para ser la espina dorsal de la construcción de nuestra nación Colombiana.

Salir a celebrar hipócritamente nuestra ‘AfroColombianidad’ por un día, una semana y por que no… hasta el mes completo con la excusa de la fiesta y la parranda, es una burla a la memoria de nuestros ancestros. Ahora, con esto no quiero decir que la celebración y conmemoración no se deba hacer… sino que nunca tenga que parar!!!

Debemos ser concientes de nuestras raíces Africanas en cada una de nuestras jornadas. No somos negros por un día… y por lo anterior, es nuestro deber el hacer honor a nuestro AfroLinaje atávico con cada palpitar de nuestros corazones.

Y que se escuche fuertemente y con alarde…
Soy AfroColombiano y muy orgulloso de serlo…!!!

Giunëur B. Môsi - Barûle Gazette

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La ‘CENICIENTA’ de Colombia

La ‘CENICIENTA’ de Colombia

En plena celebración del ‘Día de la AfroColombianidad’ no es de más indicar y resaltar la situación tan paupérrima que toda la población AfroColombiana vive en estos momentos.

Para hacer referencia a la famosa historia de ‘Walt Disney’ con la que la mayoría de nosotros crecimos leyendo o viendo en películas, se necesita tener una ‘madrastra mala’, que no se interese en lo mas minino por el porvenir ni bienestar de dicha ‘cenicienta’; varias ‘hermanastras igualmente malas’, que se aprovechen de cada ocasión en potencia para sacar ventaja y abusar de la misma ‘victima’ quitándole y frenándole la oportunidad de sobrepasarlas en cualquier campo posible.

Habiendo leído lo anterior y subrayando el escenario político, social y económico que se ha vivido en Colombia ‘por los siglos de los siglos’, observaremos inmediatamente que el rico y hermoso Departamento del Chocó sin duda alguna es y ha sido ‘la Cenicienta de Colombia’ y que de la misma manera los Departamentos de Antioquia, Risaralda y el Valle del Cauca han sido por siempre ‘las hermanastras malas’.

En comparación con el cuento de Disney, la Republica de Colombia ocupa el perfecto papel de ‘la madrastra mala’ e intransigente, que nunca se ha preocupado por el progreso ni mucho menos por el desarrollo del Chocó, manteniéndonos en un completo y total abandono, llegando hasta tal punto de desnutrición infantil, pobreza absoluta, una muy baja infraestructura, un alto índice de analfabetismo y muchas cosas mas que ubican al Chocó en el ultimo lugar de florecimiento a nivel nacional.

No podríamos hablar de ‘la madrastra’ del cuento, sin también tratar el tema de ‘las hermanastras malas’ y codiciosas como lo han sido y son Antioquia, Risaralda y el Valle, que lo único que han hecho a través de la historia es frenar los procesos y planes de avance de ‘la cenicienta’ y que se adentran a violar el ámbito Chocoano, robando territorio y explotando los recursos de la zona para provecho propio y conveniencia; además de la influencia económica que ejercen a nivel gubernamental, para poner trabas e impedir la expedición de leyes y decretos de adelanto local.

Ahora, vayamos aun más allá de lo superficial y salgámonos de esa ‘burbuja regional’, en donde lo expuesto anteriormente se le aplica con exactitud al Departamento en Colombia con mayor índice de población AfroDescendiente (95%), para indicar con extremada claridad que ‘la Cenicienta de Colombia’ realmente –no es– el Departamento del Chocó sino la población AfroDescendiente en general…

La cenicienta de Colombia es la ‘Raza Negra’…!!!

¿Cuando llegará nuestro príncipe azul?

Giunëur B. Môsi - Barûle Gazette
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La AfroDescendencia en nuestra situación nacional…

La AfroDescendencia en nuestra situación nacional…

A esta época de nuestras vidas todavía existen AfroDescendientes que se han perdido en un erróneo ideal de ‘pena’ hacia su origen étnico. El ser catalogados como ‘Negros’ o ‘AfroDescendientes’ que somos implica ORGULLO y bravura; pero en especial el enaltecimiento de la memoria de nuestros ancestros Africanos.

Aunque sólo recientemente se está presentando un despertar y una concientización de identidad AfroDescendiente, en muchos de los que antiguamente lo negaban, hoy lo dicen con orgullo: “soy negro o AfroDescendiente”, aun hay mucho camino por recorrer, y aun hay muchas manzanas viches en el canasto.

Al contrario de lo que ha hecho carrera… el ser ‘negro’ es tan ‘bueno’ como ser de cualquier otra raza. La unidad humana depende de la eliminación de sectores limítrofes raciales y de la igualdad de condiciones de todos y cada uno de los ciudadanos.

¡El problema no es el grupo étnico de pertenencia,
sino la condición económica del individuo!

Por lo anterior… la solución son planes de progreso y desarrollo socio-cultural y económico en las zonas marginales y regularmente olvidadas (en su mayoría habitadas por AfroDescendientes), al igual que el cambio hacia una mentalidad de libertad y superación de los mismos. Solo así se llegará por fin a una equidad nacional con el grupo étnico mayoritario que dirige el futuro de nuestra Colombia.

No nacimos pobres por gusto, sino porque el Gobierno Central Colombiano se ha encargado de alimentar la continuación de un estilo de vida servil, al no brindarnos herramientas necesarias y adecuadas para el progreso colectivo de nuestra raza.

Empecemos ese cambio hacia una ‘mente de vanguardia’, mediante la demostración de nuestros valores & virtudes étnicas y culturales, que de por si, son incalculables.

Giunëur B. Môsi - Barûle Gazette
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