¿Y los otros 'negros' porqué no dicen nada?
En Colombia se viene presentando en los medios de comunicación, tanto el visual, como el radial y hasta el escrito –a nivel nacional e internacional– un fenómeno que ha hecho carrera ya por muchas décadas, pasando a ser ‘vox populi’ a través del tiempo.
Se trata de la discriminación, menospreciación y ridiculización de la gente de ‘raza negra’ cuando se nos hace referencia en cualquier contexto.
Si nos detenemos a analizar las formas de correlación con las que éstos medios se dirigen al hacer alusión a nuestra gente, observaremos representaciones burlescas de imitación, tales como aquel locutor de radio que trata de simular un ‘acento’ para así hacer expresivo de que el que habla de esa manera es un ‘negro’ (por lo general siempre tratando se simular un acento procedente de la Costa Pacifica).
También es notorio y se ha tolerado en el medio impreso que se distribuyan ilustraciones jocosas de personajes que solo aumentan el grado de indignación, como en el caso de la revista Mexicana ‘Memín’, o muchos gráficos que se publican día a día con éste mismo estilo y mensaje irónico, en los diversos medios impresos nacionales.
Pero más indignante y ofensivo aun, es el perfil satírico que se nos hace en el medio visual; en donde se le permite a programas televisivos de carácter familiar y de esparcimiento como ‘Sábados Felices’ que se ridiculice la imagen de todo un pueblo mediante la representación de individuos participantes del ‘show’, al consentir que estos se ‘pinten’ la cara y hagan mofa abierta y descaradamente de nuestra raza.
No siendo eso suficiente, y manteniendo alusión al mismo programa de televisión; tanto el actual presentador de ‘show’ Hernán Orjuela, al igual que el resto del elenco en general, continuamente lanzan expresiones de carácter racial hacia la ‘asistente’ (como por no decir que la tienen de ‘relleno’) Heidy –la única ‘negra’ de programa–.
En las producciones cinematográficas o de la televisión nacional, es corriente seguir viendo el estereotipo de la persona de raza ‘negra’ a modo de ‘relleno’ porque dicha producción necesita o se siente obligada cumplir con una cuota de diversidad, y emplean 'negros' en condición de personal de servicio domestico, muy bajo rango, mandaderos, el que muere primero, extras…
A pesar de que somos una fuerza social de más del 33% de la población Colombiana (aunque por motivos de repartición de divisas, el Gobierno Central se empeña en afirmar que somos menos del 13%), muy pocas veces se observa el protagonismo de nuestra raza detrás de las pantallas.
Todas estas situaciones y muchas más, han hecho que en Colombia sea ‘normal’ que a esta época de la vida la gente todavía anteponga un término de ‘línea racial’ al referirse a nosotros.
En Colombia se viene presentando en los medios de comunicación, tanto el visual, como el radial y hasta el escrito –a nivel nacional e internacional– un fenómeno que ha hecho carrera ya por muchas décadas, pasando a ser ‘vox populi’ a través del tiempo.
Se trata de la discriminación, menospreciación y ridiculización de la gente de ‘raza negra’ cuando se nos hace referencia en cualquier contexto.
Si nos detenemos a analizar las formas de correlación con las que éstos medios se dirigen al hacer alusión a nuestra gente, observaremos representaciones burlescas de imitación, tales como aquel locutor de radio que trata de simular un ‘acento’ para así hacer expresivo de que el que habla de esa manera es un ‘negro’ (por lo general siempre tratando se simular un acento procedente de la Costa Pacifica).
También es notorio y se ha tolerado en el medio impreso que se distribuyan ilustraciones jocosas de personajes que solo aumentan el grado de indignación, como en el caso de la revista Mexicana ‘Memín’, o muchos gráficos que se publican día a día con éste mismo estilo y mensaje irónico, en los diversos medios impresos nacionales.
Pero más indignante y ofensivo aun, es el perfil satírico que se nos hace en el medio visual; en donde se le permite a programas televisivos de carácter familiar y de esparcimiento como ‘Sábados Felices’ que se ridiculice la imagen de todo un pueblo mediante la representación de individuos participantes del ‘show’, al consentir que estos se ‘pinten’ la cara y hagan mofa abierta y descaradamente de nuestra raza.
No siendo eso suficiente, y manteniendo alusión al mismo programa de televisión; tanto el actual presentador de ‘show’ Hernán Orjuela, al igual que el resto del elenco en general, continuamente lanzan expresiones de carácter racial hacia la ‘asistente’ (como por no decir que la tienen de ‘relleno’) Heidy –la única ‘negra’ de programa–.
En las producciones cinematográficas o de la televisión nacional, es corriente seguir viendo el estereotipo de la persona de raza ‘negra’ a modo de ‘relleno’ porque dicha producción necesita o se siente obligada cumplir con una cuota de diversidad, y emplean 'negros' en condición de personal de servicio domestico, muy bajo rango, mandaderos, el que muere primero, extras…
A pesar de que somos una fuerza social de más del 33% de la población Colombiana (aunque por motivos de repartición de divisas, el Gobierno Central se empeña en afirmar que somos menos del 13%), muy pocas veces se observa el protagonismo de nuestra raza detrás de las pantallas.
Todas estas situaciones y muchas más, han hecho que en Colombia sea ‘normal’ que a esta época de la vida la gente todavía anteponga un término de ‘línea racial’ al referirse a nosotros.
Cuando algo ocurre y por pura casualidad hay una persona de raza negra envuelta en el tema, inmediatamente se le describe como ‘el negro’ o ‘la negra’, si no el ‘negrito’, ‘moreno’, ‘morenito’, ‘morocho’ y quien sabe cuantos apelativos denigrantes más.
Yo soy orgullosamente ‘NEGRO’ por línea paterna y pertenezco a la raza ‘NEGRA’… no a la raza ‘negrita’, ni la raza ‘morena’, ni ‘morenita’, ni mucho menos a la raza ‘morocha’. Nosotros los ‘negros’ merecemos respeto, como cualquier otro ser humano sobre la faz de la tierra.
En expresiones como “¿Quien fue?... ¡El ‘negro/negrito’ ese de la esquina!”, cuando en el mismo caso, de no ser ‘negro’ el individuo cambiaría totalmente el argumento “¿Quién fue?... ¡El ‘tipo/man’ ese de la esquina!”, o también "'negro' tenia que ser", o "el 'negro' que no la ca%@ a la entrada la ca%@ a la salida", y en muchas otras manifestaciones negativas de categoría verbal hacia nosotros los AfroDescendientes, se nota la extensión del retraso socio-cultural y el tipo de ayuno urbano habitual en que vive nuestro país.
¿Porqué permitimos que ésta penosa situación continué haciendo cause en el rió de nuestra vida cotidiana? La respuesta no la encontraremos mediante la intemperancia ni la reciprocidad de ignorancia hacia nuestros detractores.
Eduquemos a los ‘no negros’ en torno a un trato ‘correcto’ y amable hacia nosotros, pero no olvidemos que estos ‘valores sociales de cambio’ comienzan y se refuerzan en casa.
Giunëur B. Môsi - Barûle Gazette
http://www.BaruleGazette.com
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